Hablo a título personal: me encanta visitar Madrid en otoño y repetir. Os cuento. No me gustan los grandes viajes, soy más bien de pequeñas escapadas porque las vivo intensamente. Me gusta comer y no programo desplazamiento en el que no haya un buen hotel y una interesante oferta gastronómica.
Madrid es perfecta: tiene una oferta hotelera, gastronómica y cultural diversa e interesante; y siempre invita a perderse por sus calles y descubrir rincones nuevos.
Desde hace 2 años, One Shot Hotels es mi casa en Madrid. Inauguré el hotel que tiene la cadena en la calle Recoletos. Sí, fui su primer cliente; oficialmente puedo decir que lo inauguré, y a partir de ahí nació una bonita historia. En mi última estancia el pasado otoño me propusieron ser miembro de su galería de amigos “One Shot Friends”, por lo que me sentí muy halagada y acepté. Y con la propuesta vino una entrevista (os dejo el link aquí para los que la queráis leer).
Nuevamente llega otoño y en mi corazón, el deseo de volver. ¿Por qué One Shot Hotels? Porque la joven, pequeña, pero gran cadena, es diferente y sorprende.
1. La ubicación de sus hoteles es inmejorable, en pleno centro de cada ciudad.
2. El diseño de sus interiores está muy cuidado, sin caer en la monotonía estética recurrente y abusiva. Para que me entendáis: su decoración tiene personalidad, no responde a un ‘copy-paste’ de despacho.
3. El equipo humano de One Shot Hotels está preparado, cualificado y motivado. Su personal se siente parte de la empresa y así nos lo transmite a los clientes.
4. La cadena nació con el propósito de apoyar y difundir desde la iniciativa privada el arte contemporáneo en sus diferentes formatos creativos. Actualmente One Shot Hotels impulsa el proyecto cultural de mecenazgo One Shot Projects. “El arte, la cultura, la belleza y la creación forman parte del día a día de cada uno de nuestros hoteles, pero no como elementos añadidos, sino enraizados en nuestra propia identidad y filosofía empresarial. One Shot Projects pretende ser no sólo un proyecto de presentación de los procesos creativos más actuales, sino ser una iniciativa de reflexión compartida a través de charlas y encuentros con creadores, actividades pedagógicas y participación en la programación artística de la ciudad en la que nos encontremos.”
Lo dicho, una cadena particular y diferente.
El primer hotel bajo la marca One Shot se abrió en abril de 2013, One Shot Prado 23, y, en mi opinión, entre sus aciertos, tener claro que siempre hay que mejorar, siempre hay que seguir yendo un paso por delante, escuchando al cliente, ofreciéndole lo que desea, poniendo mucho cariño en cada gesto y mimando cada detalle.
Actualmente One Shot Hotels dispone de hoteles en Madrid y Valencia. En proyecto avanzado, Sevilla, San Sebastián, Barcelona y Londres. Su máxima es llevar su filosofía y concepto a todas estas ciudades sumándole en un futuro Roma, Nueva York y Berlín.
“No queremos perder ese cariño que consideramos fundamental en cada gesto. Quienes deciden han vivido el hotel desde la perspectiva del cliente y cada paso lo dan los mismos que pusieron la primera piedra en el primer hotel. Por eso no perderemos la esencia One Shot y lo que realmente somos, porque hay una cultura y una filosofía de empresa muy arraigada para lo jóvenes que somos. Y es algo que procuraremos mantener.”
¿Sueños? Apertura internacional y misma buena aceptación por parte de los clientes. Seguir mejorando y diferenciando el mercado. Constatar que los clientes cada vez tenemos mayor conocimiento, exigimos más, y que nuestra opción siga siendo One Shot Hotels.
Entenderéis ahora por qué para mí no hay invierno sin Madrid.
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