Dispara con esa pistola

Leí en algún sitio que Antón Pávlovich Chéjov -por qué me gustarán tanto los nombres rusos completos, que tanto dicen los personajes de sus novelas –“se dedicaba a ser escritor a tiempo parcial y ruso a tiempo completo”. Pues en ese tiempo parcial construyó algunos de los relatos y obras de teatro más hermosos de la literatura, y también nos dejó la pistola de Chéjov, uno de los axiomas más respetados por novelistas, autores de teatro y guionistas de cine y televisión: «Si en el primer acto tienes una pistola colgada de la pared, entonces en el siguiente capítulo debe ser disparada. Si no, no la pongas ahí”. 

Nosotros no hemos colgado una pistola de la pared, hemos sembrado de pistolas la casa: sobre la mesa del salón, en la repisa de la chimenea, encima del estante de la biblioteca, en la mesilla de noche, sobre el escritorio del despacho… Veremos si algún disparo final -la verdad puede serlo- cumple el principio de Chéjov.

Deng Yifú es un artista emergente dentro del emergente arte chino. Nació en Guangzhou (Cantón) en 1974. En 2000 decidió abrir una librería en su ciudad natal y ligó su gestión a su práctica artística, tomando los libros como punto de partida para su obra de creación, siempre referida a los sistemas modernos de poder.

Así nació una de sus obras más interesantes, que bautizó como Yifu Ordnance Bookshop (Librería de Artillería de Yifu), 2003-2005: un conjunto de piezas originales, únicas y elaboradas directamente por el artista.

Se trata de una serie de cajas de madera de 21 x 26,5 x 8 cm, de un azul característico, pintadas a mano para destacar también su singularidad mediante pequeñas imperfecciones de acabado y textura. En su interior descubrimos la presencia inquietante de unas pistolas de metacrilato que se hunden en el corazón troquelado de libros viejos. Cada uno es distinto y también la pistola escogida por el artista. El modelo aparece identificado en el lateral, al lado de la firma y del año de creación (en la imagen, un revólver Manurhin MR 96, de fabricación francesa). 

Aplicando el “nada resulta más engañoso que lo evidente” de Sherlock Holmes, bien observadas, no son armas las pistolas, sino meras siluetas de metacrilato a modo de sombras chinescas transparentes. A lo más, señales advirtiendo que sí pueden serlo los libros: el conocimiento y la cultura suelen ser armas de dominio y violencia cuando se imponen desde el poder. Y Yifú lo denuncia y nos advierte mediante estos libros viejos con alma de pistola.

“El conocimiento conforma las ideologías poderosas y los conceptos predominantes de cada momento. El conocimiento es poder. Contrariamente a la forma elemental de violencia, la contemporánea es aparentemente más suave y disimulada, neutral y objetiva, ejecutada de un modo persuasivo y silencioso”.

Bien podrían haber titulado esta muestra aquellos versos de Federico García Lorca:

“una vaga astronomía 

de pistolas inconcretas”.

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